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Until 20:45 on 19 March 2021, the valley of Geldigadalir was a quiet place in the shadow of Fagradalsfjall. The earth chose that time and date to split open and let molten rock gush out in a breathtaking spectacle. Thousands of earthquakes shook the Reykjanes peninsula in an orchestrated prelude to the eruption, until the ground gave way to the unstoppable magmatic pressure.
In the days that followed, up to six fissures opened, but soon fissure number five began to dominate the others, becoming the main mouth, covering the nearest valleys with lava and changing the landscape forever. For a moment, the geological scale is reduced to the size of a human life.
More than forty drone flights and countless hours behind the camera were necessary to film this two-and-a-half minute video. Several times I almost lost my drone. The wind, the rain, the lack of visibility endangered the return of the small aircraft. But it was the heat that ended up forcing it into a costly repair, where plastic parts that melted due to the high temperatures had to be replaced. The constant wind made many of the telephoto shots useless and the strong thermal distortion produced by the more than 1200º at which the lava flows made it impossible to focus on the volcano.
Many kilometres were covered climbing the volcano again and again looking for the best point of view. Countless hours of sleep were stolen to get the best possible light. It was hard to bear the cold after hours of waiting in the biting wind. But it was all worth it in exchange for the privilege of contemplating the birth of a volcano, hearing the roar of the explosions, the vibration underfoot and the smell of burning rock, like no other experience in nature.
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Hasta las 20:45 del 19 de Marzo del 2021 el valle de Geldigadalir era un lugar tranquilo a la sombra del Fagradalsfjall. La tierra eligió esa hora y esa fecha para abrirse en canal y dejar que manase roca fundida en un espectáculo sobrecogedor. Miles de terremotos hicieron vibrar la península de Reykjanes en un orquestado preludio de la erupción, hasta que el suelo cedió a la incontenible presión magmática.
En los días posteriores se abrieron hasta seis fisuras, pero pronto la número cinco comenzó a predominar sobre las demás, convirtiéndose en la boca principal, cubriendo de lava los valles más cercanos y cambiando el paisaje para siempre. Por un momento, las escala geológica se reduce a a la medida de una vida humana.
Más de cuarenta vuelos de dron e innumerables horas detrás de la cámara fueron necesarias para filmar este vídeo de dos minutos y medio. Varias veces estuve a punto de perder mi dron. El viento, la lluvia, la falta de visibilidad hicieron peligrar el retorno de la pequeña aeronave. Pero fue el calor el que terminó por abocarlo a una costosa reparación, en la que se tuvieron que sustituir las piezas de plástico que se fundieron a causa de las altas temperaturas. El constante viento inutilizó muchas de las tomas con teleobjetivo y la fuerte distorsión térmica producida por los más de 1200º a los que fluye la lava, hacían imposible conseguir enfocar el volcán.
Muchos fueron los kilómetros recorridos subiendo una y otra vez al volcán buscando el mejor punto de vista. Innumerables fueron las horas robadas al sueño para conseguir la mejor luz posible. Difícil fue soportar el frío tras horas de espera expuestos a un viento segador. Pero todo ello mereció la pena a cambio del privilegio de contemplar el nacimiento de un volcán, oír el rugir de las explosiones, la vibración bajo los pies y el olor a roca quemada, no se puede comparar a ninguna otra experiencia en la naturaleza.
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